
Las nuevas tecnologías en el sector turismo
Las nuevas tecnologías han transformado la experiencia de viajar. En este escenario de innovación digital, las empresas buscan alternativas que consigan la mejor experiencia para el cliente.
La transformación digital ha aterrizado con fuerza en el mundo del turismo.
El talento humano también debe evolucionar para dar respuesta a las nuevas necesidades de los turistas. Las competencias profesionales deseadas por los empleadores incluyen habilidades blandas o “soft skills” como la creatividad, el trabajo en equipo, la resolución de conflictos, la comunicación intercultural y el ser pro-activo, entre otros.
De ahí la importancia de que se desarrollen estas habilidades en los programas de formación académica y vocacional que van a moldear los futuros emprendedores, innovadores y profesionales del sector turismo.
Los avances tecnológicos llegan de la mano de un sinfín de posibilidades para las empresas del sector, que se reinventan cada día en este proceso de digitalización para mejorar la competitividad y la experiencia del cliente.
Factor humano
Las altas expectativas que genera la innovación tecnológica pueden llevar al sector a adoptar decisiones equivocadas.
La tecnología no está para sustituir a las personas, sino para "eliminar los trabajos que no aportan valor al empleado y darle las herramientas necesarias para que, con ellas, pueda poner el foco en el cliente".
El cliente es uno de los grandes protagonistas, por eso, la personalización de los procesos es clave.
'Big data'
Los datos son claves para entender al usuario y aportar valor. De ahí que el big data esté cada vez más presente en las empresas, pero hay que tener gente preparada para interpretar esos datos, y tiene que haber una formación, una mezcla entre la parte de negocio y la parte tecnológica para conseguir alcanzar objetivos.
Adaptación
Adaptarse al usuario es imprescindible para mantenerse a flote en el sector.
Administración Pública
El reto de la innovación está presente en todas las ciudades, pero la gran pregunta es si verdaderamente las administraciones se están sumergiendo en este cambio.
Muchos municipios españoles reciben fondos para el desarrollo de estas ciudades, pero los ayuntamientos no saben cómo llevar a cabo estas estrategias, por eso avanza muy despacio.