
Empresa digital: tecnología + personas
Sin embargo, a día de hoy, esa transformación forma parte del día a día de las empresas… de empresas grandes, medianas y pequeñas. La Industria 4.0 es algo que ya está aquí.
Una cosa son las intenciones y otra la realidad
Resulta evidente que la naturaleza del trabajo está cambiando y que esto está ocurriendo a toda velocidad. Todo está ocurriendo tan rápido, que para muchos gestores empresariales no resulta nada fácil mantenerse al día. Según un informe de Tendencias mundiales de capital humano, en el año 2017, tan sólo el 11% de las compañías globales decían estar preparadas para construir la organización del futuro. Esto es: que muchos quieren, pero, de momento, pocos pueden.
El camino está emprendido y nadie duda que, detrás de la revolución que se está produciendo en los modos de gestión de las empresas, está la tecnología. Sin embargo, según la opinión de muchos expertos en la materia es obligado que, tras esa esa tecnología, esté, siempre, el pensamiento humano.
Producción sincronizada de bienes y servicios
Las jerarquías y los silos tradicionales son reemplazados por una jerarquía de redes de centros y nodos y equipos basados en competencias que trabajan en la producción sincronizada de bienes y servicios, con una mejora y una mentalidad de innovación continua. Esto es posible gracias a la aplicación de dos elementos. Por un lado, un método de Gestión de Multiproyectos como Cadena Crítica. Por el otro, las herramientas de proceso de pensamiento sistémico contenidas en la Teoría de las Limitaciones.
Un nuevo estilo de liderazgo
Además del uso de nuevas tecnologías y, también, del aprovechamiento de las capacidades humanas y de conocimiento del equipo, la empresa resultante de la revolución digital va a necesitar de un tercer elemento para completar un desarrollo exitoso: Management 3.0, un estilo de liderazgo que implica el desarrollo de organizaciones y procesos, dentro de las empresas, más democráticos y participativos.
La aplicación del concepto Management 3.0 implica que los miembros de los equipos de trabajo, dentro de las empresas, quieren sentirse más dueños de su trabajo, en lugar de ser alguien que sigue sólo órdenes; los clientes quieren participar en el proceso de marketing y de desarrollo de los productos y servicios que adquieren; y los responsables de proyectos quieren encabezar organizaciones más abiertas que puedan dirigir de forma más eficaz… y que sustituyan al modelo tradicional de empresa, en el que el 100% del conocimiento y dirección vienen de arriba.
¿Conclusión? La transformación digital de la empresa traerá el uso de tecnologías capaces de gestionar, en menos tiempo y con menores recursos, procesos complejos… pero, también, organizaciones con jerarquías más planas donde la comunicación sea abierta; un distinto estilo de liderazgo auténtico y, por último, un cambio de cultura empresarial donde los clientes y proveedores adquieran un mayor peso en las decisiones de las empresas. ¿Estamos preparados para tanto cambio?